En cierta ocasi�n se hizo


En cierta ocasi�n se hizo un concurso entre los mejores arqueros del mundo. Ya llegada la final s�lo quedaban tres competidores: uno de Suiza, otro de Inglaterra y por �ltimo, sepa c�mo le hizo, pero estaba un mexicano. Como en la �ltima prueba los tres finalistas estaban empatados, los jueces decidieron aumentar el grado de dificultad y ahora se trataba de poner alguna fruta en la cabeza de un ni�o que estar�a a 50 m de distancia y luego disparar con el arco y acertar en ella.


Primero va el ingl�s y �ste coge una sand�a y se la pone al ni�o en la cabeza; prepara su arco. Se siembra un silencio total en todo el estadio. Dispara y acierta partiendo en dos la fruta. Se lleva una gran ovaci�n del p�blico. Terminado su turno, coge el micr�fono y presumiendo a todo mundo se presenta:


"I'm Robin Hood".


Toca turno al suizo, pero �ste en vez de una sand�a coge una manzana y la coloca en la cabeza del ni�o. Entonces, un silencio enorme se apodera del estadio. La gente est� sorprendida, ya que la manzana es muy peque�a. El arquero cogi� su arco, apunt� y con un disparo certero le da justo en el centro parti�ndola en cuatro partes. El estadio explota con una gran ovaci�n. Y tambi�n, una vez terminado su turno, agarr� el micr�fono y presumi� a todo mundo:


"I'm Guillermo Tell".


Por �ltimo, el m�s freg�n de todos: el grandioso y majestuoso mexicano. Quien arras� con todos sus contrincantes en las otras fases y es recibido con una estruendosa ovaci�n cuanto toca su turno. De su bolsa, el competidor saca un objeto y lo pone en la cabeza del ni�o. Intrigados, los espectadores se preguntaban qu� era esa bolita roja que se ve�a a lo lejos. Gracias a las pantallas gigantes que hab�a en el estadio, pudieron ver que se trataba de una min�scula cereza que apenas se pod�a ver en la cabeza del ni�o. Para hacer m�s dif�cil la prueba, coloca al ni�o a 100 m de distancia. Esta vez se siente un silencio sepulcral en el estadio. Ni un respiro se o�a. Nada. Como si estuviera solo, el mexicano coge su arco, apunta, dispara la flecha que se va viajando a m�s de 100 Km/h... �Zas! La flecha se clava justamente en medio de la frente, atraves�ndole la cabeza al ni�o. El mexicano coge el micr�fono y dice:


"I'm Sorry".

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